Cristina Morató: «En pleno siglo XXI seguimos estudiando una historia manipulada»

Tuve el privilegio de conocer a Cristina Morató cuando ella era una reportera trotamundos cuyos textos se publicaban en las mejores publicaciones especializadas y yo trabajaba como editora y redactora de Viajes en el diario El Mundo. La primera vez que viajé a Tailandia, Marruecos o Centroamérica fue a través de sus textos y fotografías, todos llenos de color, historia y matices que te atrapaban desde la primera línea: oficio le sobraba, porque se había estrenado como reportera de guerra en Nicaragua y Honduras con apenas 20 años.

Después llegarían sus libros de grandes mujeres, como la aventurera Marga d’Andurain, la bailarina Lola Montes (que ni era española ni se llamaba Lola), divas de Hollywood como Ava Gardner o Rita Hayworth… Con el mismo estilo riguroso pero ameno de sus reportajes de viajes, Morató se dedicó a rescatar figuras femeninas con vidas fascinantes que inexplicablemente habían sido ignoradas por la historia. También las de aquellas cuyas trayectorias, siendo muy conocidas, habían sido deliberadamente tergiversadas.

Ahora parece lo más normal, pero Cristina Morató fue una de las pioneras en nuestro país en esto de recuperar y publicar biografías de grandes mujeres olvidadas. Y además hacerlo de una forma didáctica, con fidelidad a los hechos y tremendamente adictiva.

Con motivo de su último libro Reinas de Leyenda (Plaza&Janés), saca hueco en su apretada agenda de promoción (que la ha llevado por toda España y en los próximos meses lo hará por Latinoamérica) para concedernos una entrevista en la que nos confirma que, más allá de una lectura entretenida, la de Reinas es una lectura necesaria.

Pregunta. ¿Crees que has abierto camino con tus libros y reportajes sobre exploradoras, divas, espías, bailarinas y reinas?

Respuesta. Yo creo que algo he aportado. Ya llevo nueve libros publicados dedicados a rescatar del olvido a grandes mujeres olvidadas por la historia, desde viajeras y aventureras de siglos pasados como en Las Reinas de África y Las Damas de Oriente, a descubrir figuras que ni si quiera estaban en la Wikipedia como la espía y aventurera en Oriente, Marga d’Andurain, protagonista de mi libro Cautiva en Arabia; o a reescribir la historia con una mirada femenina, como en el caso de Reinas Malditas o Reinas de Leyenda, donde intento poner en valor a unas soberanas muy maltratadas por los historiadores y sobre todo no juzgarlas. Déspotas, libertinas, asesinas, desalmadas, arpías, fanáticas, manipuladoras, locas… Estos son los adjetivos por los que en muchas ocasiones son reconocidas cuando en realidad fueron reinas y emperatrices valientes, muy poderosas e influyentes.

P-. ¿Qué resulta más complicado a la hora de enfrentarse a un libro como Reinas de Leyenda: escoger los personajes históricos, documentarse, escribir…?

R-. Creo que la investigación. En el caso de Reinas de Leyenda he reunido las biografías de cinco reinas y emperatrices de distintas épocas y dinastías: Catalina de Aragón, Isabel I de Inglaterra, Carlota de México, Catalina de Rusia y la emperatriz Cixí. Yo quería mostrar el lado más humano y desconocido de unas reinas sobre las que ya se han escrito muchas biografías. A la mujer detrás del trono. Y para ello he tenido que recurrir a sus diarios, a su correspondencia privada, a las cartas de los embajadores o las memorias de sus damas de compañía. Quizás la mayor satisfacción es cuando un lector me dice que ha descubierto datos nuevos o una mirada distinta a un personaje que creían conocer a fondo.

P-. ¿Alguna de las reinas de este volumen te ha sorprendido al indagar más sobre su faceta humana?

R-. La emperatriz Cixí de China es un personaje fascinante. Una concubina de bajo rango que llegó a la Ciudad Prohibida con 16 años para entrar a formar parte del harén imperial y acabó convirtiéndose en la poderosa y muy temida emperatriz viuda Cixí que gobernó durante medio siglo un inmenso imperio. Era una mujer implacable y astuta que sacó a China de su aislamiento y llevó al país a la modernidad. Pero a pesar de ser la soberana más poderosa del Imperio chino tuvo sus limitaciones y se vio obligada a gobernar oculta tras una cortina de seda porque como mujer no podía exponerse a las miradas masculinas. Ni sus ministros ni asesores más cercanos vieron nunca su rostro, solo escuchaban su voz. Solo durante su tercera regencia, y cuando Cixí ya tenía 62 años, pudo gobernar a los ojos del mundo y sentarse en el Trono del Dragón.

P-. ¿Las mujeres reinamos mejor que los hombres? ¿Qué conclusión te gustaría que sacasen los lectores al llegar a la última página del libro?

R-. Creo que cada reina te da una lección de vida porque todas ellas, con sus luces y sus sombras, gracias a su fuerza, inteligencia, valor y ambición consiguieron llevar las riendas de grandes imperios y gobernar en un mundo de hombres. Creo que he elegido cinco mujeres inspiradoras, grandes estrategas y políticas. Algunas fueron reinas por derecho propio y otras, en ausencia de sus esposos, fueron regentes demostrando estar mucho mejor preparadas que ellos para los asuntos de Estado. Isabel Tudor subió al trono con 25 años y su reinado fue uno de los más largos y florecientes de la historia del país. Gobernó 44 años, forjó un imperio que se convirtió en una potencia militar y política de primer orden y dio nombre a la época isabelina, considerada la edad de oro de la historia de Inglaterra.

La emperatriz viuda Cixí gobernó el inmenso Imperio chino durante medio siglo y sus logros fueron extraordinarios, transformó un imperio medieval en un estado moderno, sacó a China de su aislamiento. Además abolió castigos tan horribles como la muerte por mil cortes, puso fin al tradicional vendado de pies y dio los primeros pasos para la liberación de la mujer. Y si hablamos de Catalina la Grande, durante su largo reinado de 34 años expandió las fronteras del Imperio ruso, modernizó el país, impulsó el desarrollo del arte y de la ciencia. Carlota, la emperatriz de México, también dejó su huella en este lejano país: fue la primera mujer que gobernó México (con solo 25 años), emprendió grandes labores sociales, suprimió los castigos corporales y mejoró las condiciones de vida de los indígenas.

P-. ¿Te planteas escribir en algún momento sobre algo que no sean personajes femeninos?

R-. Por el momento no, quiero seguir escribiendo sobre mujeres que pese a sus logros y hazañas han sido injustamente olvidadas por la historia. Creo que, más que nunca, es necesario recuperar sus nombres sobre todo porque no aparecen en los libros de texto que estudian nuestros hijos.  Nuestros jóvenes, ellas y ellos, necesitan referentes, conocer vidas inspiradoras. Pero lamentablemente en pleno siglo XXI los estudiantes aprenden una historia manipulada, una historia en masculino. Y es por eso que las biografías femeninas son tan necesarias.

P-. Hace unos años decidiste por consejo de tu hijo publicar historias de mujeres en Instagram y es todo un éxito. ¿Qué tal te manejas con las nuevas tecnologías? ¿Estás entre los defensores o los detractores de las redes sociales?

R-. Yo era muy reacia a tener una cuenta en Instagram. Me bastaba con tener mi  Facebook de autora, pero ocurrió que mi libro Diosas de Hollywood salió en plena pandemia y fue mi hijo quien me animó a abrir una cuenta de IG y es lo mejor que pude hacer. Gracias a ello mi libro pudo llegar a los lectores, participé en un sinfín de clubs de lectura y he conocido gente realmente interesante. A día de hoy tengo 200.000 seguidores, es una comunidad muy participativa sobre todo en países como México, Chile o Argentina. Creo que la clave es dar un buen contenido, en mi caso siempre historias de mujeres. Y sobre todo ser coherente en sus ideas. La gente está cansada de tanta superficialidad y de tanto exhibicionismo y valoran sobre todo el buen contenido.

P-. Además de escritora eres una gran viajera y reportera, ¿sigues viajando sin parar o has bajado el ritmo?

R-. Antes me pasaba la vida viajando por el mundo sin límite de tiempo porque trabajaba como reportera y fotógrafa free lance. Ahora viajo sobre todo para recorrer los escenarios de mis libros, donde vivieron las protagonistas, y puedo decir que escribir es una excusa para seguir viajando, que es mi gran pasión.

P-. ¿Escribes allá donde estés o necesitas una rutina y una disciplina fija?

R-. Me cuesta mucho escribir en mi casa de Madrid pero tengo la suerte de tener mi refugio literario a una hora de la capital. Hace años me compré una finca muy cerca de Hita (Guadalajara). Es un lugar idílico, en medio de la nada y la casa está rodeada de viejos chopos, pinos, almendros y un extenso campo de lavanda. Este es el lugar donde más me inspiro para escribir y paso largos meses sola. Casi siempre escribo de noche, es mi hora preferida.

P-. Has declarado en varias ocasiones que México, Marruecos y Tailandia son tus países favoritos. ¿Hay algún destino nuevo que añadir a esta lista de preferidos?

R-. Pues hace poco he descubierto Fez, en Marruecos, y creo se va a convertir en uno de esos lugares a donde voy a regresar porque me ha fascinado. Fez es una ciudad morisca del siglo IX, un tesoro cultural y arquitectónico que ha resistido el paso del tiempo. Su gran medina es considerada la mejor conservada del mundo árabe y sus palacios y mezquitas son auténticas joyas.

P-. ¿Tu forma de viajar ha cambiado con el tiempo o sigues abordando los destinos con mirada curiosa y espíritu de exploradora?

R-. Después de visitar más de 60 países a lo largo de mi vida, ahora lo que me gusta es viajar con mi hijo adolescente y descubrir de nuevos estos países que ya recorrí en el pasado, pero con ojos nuevos, a través de su mirada…

ASÍ ES LA CRISTINA MORATÓ LECTORA

Y para concluir esta fascinante entrevista, le preguntamos por algunos de sus hábitos lectores:

¿Te gusta leer muchos libros a la vez o prefieres de uno en uno?

Soy lectora de un solo libro, si es bueno y me atrapa desde las primeras páginas no puedo compaginarlo con otro.

¿Los libros subrayados o impecables?

Depende, impecables los que leo por placer y muy subrayados los que leo para investigar un personaje.

¿Doblas las esquinas o usas marcapáginas?

Uso siempre marcapáginas.

¿Tu libro preferido lo prestas o lo guardas bajo llave?

Mis libros preferidos no los presto nunca.

¿Qué libro tienes ahora en tu mesilla de noche?

Pues una magnífica biografía de la premio Nobel Gabriela Mistral titulada Mistral. Una vida de Elizabeth Horan y de la editorial Lumen.

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