Verano. Playa. Vacaciones. Playa. Atardecer. Playa. Cañeo y tapeo. Playa. En Greta no entendemos la vida lejos del mar. Ni de la montaña. Pero hoy toca hablar de las calas y arenales de nuestra geografía porque son excepcionales y porque nos apetece viajar allí donde la brisa cargada de salitre nos acompasa la lectura.

Que no nos hace falta viajar al Caribe o a las islas del Pacífico para disfrutar de playas de arena blanca y fina y aguas de color azul turquesa lo descubrimos los españoles hace mucho tiempo. Contamos con un litoral y unas islas privilegiadas repletas de calas y arenales enmarcados en paisajes que invitan a bañarse, contemplar el paisaje, descansar, leer un buen libro… Estas son nuestras diez playas favoritas sin movernos de España:
AIGUABLAVA
Esta pequeña cala del litoral de Begur (Gerona) aúna todas las bondades de la Costa Brava: acantilados y aguas cristalinas enmarcados por bosques y pinares. Es pequeña, eso sí. Muy pequeña, apenas 100 metros. Su arena fina y dorada y un entorno idílico han hecho de ella la cala más famosa de Cataluña. Bonus track: al norte de Aiguablava se halla el Parque Natural de las Islas Medas, formado por siete islotes de enorme riqueza submarina que se han convertido en uno de los escenarios preferidos por los buceadores para sumergirse en los fondos mediterráneos.
D’ES MIGJORN
Si nosotros no podemos ir al Caribe, que el Caribe venga a nosotros. Y quien dice Caribe, dice Formentera. Su playa d’Es Migjorn, a cinco kilómetros del Pilar de la Mola, es una extensión infinita (casi 3.000 metros) de arena fina y blanca. Blanquísima. Y agua azul turquesa. Limpia, cristalina y como una balsa. Tanto, que parece una inmensa piscina de agua salada. Su fondo marino cuenta además con una de las mayores praderas de posidonia oceánica, una planta acuática protegida por la propia Unesco que produce grandes cantidades de oxígeno y favorece la vida submarina.
BARAYO
Respaldada por el plácido río Barayode y declarada Paisaje Protegido por su delicado sistema de dunas y marismas, la playa asturiana de Barayo es perfecta para el baño (también para niños, gracias a la piscina fluvial que se forma con las mareas vivas). Cuenta con rincones maravillosos como el enclave rocoso de las Sántinas, en la margen derecha. En Barayo la Naturaleza se escribe en mayúsculas, pues mar, río y bosque son un todo. A esta playa, considerada una de las más bonitas del Principado, se puede llegar desde el pueblo de Vigo (con camino señalizado y mirador sobre el arenal), en el concejo de Navia, o desde el pueblo de Sabugo.
LA FRANCESA
Ahora os presentamos una playa virgen a dos kilómetros de Caleta de Sebo, la capital de la isla canaria de La Graciosa. Tras caminar menos de una hora bordeando la costa por un camino de tierra (porque aquí, afortunadamente, no ha llegado el asfalto) se accede a esta playa salvaje dividida en dos por las rocas que con la marea alta se convierte en una preciosa laguna de aguas tranquilas. La Francesa ofrece además vistas del estrecho de mar y la gigantesca muralla de piedra natural que es el acantilado de Famara, en la vecina isla de Lanzarote.
LOS GENOVESES
Dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar y a escasos kilómetros del pueblo de San José se encuentra una de las playas más afamadas de Amería, la de Los Genoveses. Sus aguas son poco profundas, la arena es suave y el entorno que la rodea es ideal para desconectar (y en nuestro caso, leer), porque aquí no hay ni carreteras asfaltadas, ni edificios ni beach clubs con música a toda pastilla. Los Genoveses es naturaleza en toda su amplitud y sencillez.
CALÓ DES MORO
A seis kilómetros de Santanyí, Caló des Moro es una de las playas más bonitas de Mallorca. Y mira que la isla balear atesora calas y arenales. Como toda imagen de postal, está muy concurrida y eso que su acceso no es nada fácil, por un camino sinuoso y con gran desnivel. La recompensa es una cala que cumple con todos los clichés: aguas límpidas, arena fina y paisaje apabullante entre altas paredes rocosas pobladas de pinos, matas, retama y lentisco. El baño y el buceo en superficie son una delicia, pero mejor en junio o septiembre para evitar la masificación y disfrutar de esta joya natural con calma.
NOSA SEÑORA
El archipiélago de las Islas Cíes (Pontevedra) es uno de los tesoros naturales más destacados del norte de España. Y su playa de Rodas una de las más aclamadas en todos los ránkings. Pero nosotras preferimos andar un poco más hasta llegar a la playa de Nosa Señora, un arenal pequeño y recogido ideal para el baño, el buceo o el snorquel. Con un tubo y unas gafas podrás contemplar las maravillas que esconde este enclave: pulpos, sargos, santiaguiños, erizos…, grandes algas pardas y sobre todo aguas cristalinas deseosas de recibir visitantes que aprecien la belleza de sus fondos. Como el acceso solo puede hacerse en barco desde el puerto de Vigo, el aforo diario está limitado para preservar el ecosistema y evitar masificaciones. ¿La contrapartida? Hay que reservar con mucha antelación.
OYAMBRE
Dos kilómetros de arena espectacular y un paisaje singular formado por dunas, ría, marisma, arenal y mar. La de Oyambre no es cualquier playa. Es una de las mejor conservadas de Cantabria, pertenece al Parque Natural homónimo, linda con la desembocadura de la ría de La Rabia y se sitúa a tiro de piedra de dos localidades con mucho que ver (y comer): Comillas y San Vicente de la Barquera. Y como anécdota: Aquí tuvo lugar la gesta del primer vuelo trasatlántico, la del Pájaro Amarillo pilotado por Lotti, Assolant y Lefevre en 1929. Tras despegar de Nueva York y recorrer 5.000 kilómetros, la nave se quedó sin combustible para llegar a París y aterrizaron en este inmenso arenal.
EL PORTET
Cuatro calas y tres playas (nuestra preferida, la del Portet) hacen de Moraira una joyita del litoral alicantino. Este pueblo de pescadores a 76 kilómetros de Alicante se ha convertido, con el paso de los años y gracias a sus bosques, calas y playas, en un lugar clave para aquellos que buscan un pequeño paraíso entre pinos y viñedos. Cuenta con un club náutico que es referente en la Comunidad (hasta 600 puntos de amarre), miradores, senderos y una emblemática torre vigía del siglo XVIII.
PORTITXOL
Os vamos a hacer una confesión. A Portitxol llegamos por casualidad cuando nos alojábamos en el Hotel Empúries, un alojamiento boutique de la Costa Brava construido como hostal a comienzos del siglo XX para alojar a los arqueólogos que estudiaban el yacimiento greco-romano de Empúries. Pero llegar al hotel y enamorarnos de su cala fue todo uno. Aquí se puede practicar snorquel, encontrar un hueco entre las rocas para dormir o leer, tomar el sol… Nosotras, además, os recomendamos caminar desde la playa por el Camino de Ronda que serpentea entre pinares y arenales hasta Sant Martí d’Empúries, la localidad más antigua de Cataluña con apenas media docena de calles, una decena de vecinos y una iglesia-fortaleza. Tan pequeña, recoleta y bien conservada que parece de cuento.
¿Y vosotras? ¿Conocéis estas playas o queréis compartir cuáles son vuestros rincones de la costa favoritos? Nos encantará leeros en opiniones.
2 comentarios en “Diez playas de España para darse un baño con mucho garbo”
Mis playas favoritas son las de mi querida Galicia, tengo que reconocer que en las rías altas el tiempo no acompaña mucho, pero están las playas con la arena blanca y más fina que te puedas imaginar y una mar con todos los tonos verdes y turquesa. Y lo mejor es que algunas están todavía medio salvajes. Mi favorita es la playa del Vilar en el parque natural de las dunas de Corrubedo. Y en las rías baixas me quedo con la playa de A Lanzada en O Grove durante los meses de junio y septiembre.
Os recomiendo conocerlas.
Felices vacaciones
Belén
¡Muchas gracias por tus recomendaciones, Belén! Nos apuntamos las dos para visitarlas en la primera oportunidad que tengamos. ¡Feliz verano y felices vacaciones a ti también! 🙂