Escribir de pasión y sexo requiere mucho oficio y talento narrativo para no caer en lo pornográfico (que, por otro lado, no tiene nada de malo). De Almudena Grandes a Anaïs Nin, Henry Miller o Antonella Cilento, repasamos algunas de las mejores novelas eróticas de la Literatura occidental.
A veces refinada, a veces descarnada, la literatura erótica es un género exigente, complejo y requiere de un profundo conocimiento de la condición humana. La novela de Benoîte Groult que enviamos en agosto a nuestras lectoras de Narrativa (Los naufragios del corazón) fue tachada en su momento de escandalosa por tratar sin filtros la pasión entre dos amantes, George y Gauvain. El tiempo demostró que se trataba de una novela magistral. Como tantas otras.
Ahora que la novela erótica parece estar devaluada, seleccionamos diez títulos que aúnan calidad literaria y erotismo. Diez novelas que enganchan y deleitan desde la primera página. Porque como afirma la escritora y sexóloga francesa Valérie Tasso, “la literatura erótica nos hace más humanos”.
1. Delta de Venus
«Yo no deseaba vender nada genuino, y decidí crear una mezcla de relatos que había oído y de invenciones, haciéndola pasar por el diario de una mujer». Así relata la propia Anaïs Nin cómo aceptó el encargo de un excéntrico coleccionista de relatos sexuales que comenzó contratando a Henry Miller, escritor y amante de Nin en la época. El aburrimiento de Miller se convirtió en la piedra de toque para Nin, que con Delta de Venus crearía una de las obras clásicas de la literatura erótica occidental. Escribió los relatos en la década de los 40 pero estos no verían la luz hasta bien entrados los 70. Cuajados de escenas sexuales explícitas, Nin los ambientó en el París de la época. Su gran contribución al género fue relatar la experiencia sexual desde la perspectiva femenina en un mundo que había sido dominio exclusivo de los hombres: un deseo sexual que no iba de la mano de la relación amorosa o romántica y donde las protagonistas se ven arrastradas por el puro placer físico.
2. Las edades de Lulú
Nuestra querida Almudena Grandes debutó en 1989 con esta novela erótica. Un best seller en toda regla: llegó a las 25 ediciones. Grandes rompía con los moldes de la literatura erótica publicada hasta entonces en español. Lulú, una quinceañera que sucumbe a la atracción de Pablo, amigo de la familia y once años mayor que ella, queda atrapada en una relación marcada por el control y la sumisión. Lo que comienza siendo la exploración de la sexualidad femenina sirve como marco para contar una historia más amplia que a ratos produce desasosiego pero que, viniendo de Grandes, se disfruta de la primera a la última línea.
3. Elogio de la madrastra
El Premio Nobel Mario Vargas Llosa también ha coqueteado con el erotismo y la seducción en esta novela corta que escribió en 1988 para la colección La Sonrisa Vertical y que dedicó a su director, Luis García Berlanga. La historia gira en torno a la sensual doña Lucrecia -la madrastra del título-; el padre cincuentón, don Rigoberto; y Fonchito, el hijo de presencia angelical y miradas inquietantes. Un triángulo amoroso que en manos de Vargas Llosa se convierte en pura filigrana poética y erótica. Si te sabe a poco, la historia continúa en Los cuadernos de Don Rigoberto (1997).
4. En brazos de la mujer madura
Stephen Vizinczey relata en esta novela las aventuras y peripecias amatorias de András Vajda, un joven cuya iniciación sexual -a cargo de una mujer en sus cuarenta- lo introduce en el mundo del placer y de los libros. Los lances amorosos del protagonista sirven de excusa para explorar el periodo entre la Segunda Guerra Mundial y la insurrección húngara en distintos países: Austria, Hungría, Italia, Canadá y EEUU. Desde su primera edición, financiada por el propio Vizinczey en 1965, se han vendido más de tres millones de copias y han convertido a En brazos de la mujer madura en todo un referente de la literatura erótica contemporánea.
5. Fanny Hill
Este clásico de la literatura erótica fue escrito por John Cleland a mediados del siglo XVIII bajo el pseudónimo de Frank Lane. Tachada de inmoral, su autor y editor fueron condenados y cientos de ejemplares quemados. A España no llegó hasta 1977. ¿Y por qué tanto escándalo? Porque entre otras cosas, Cleland contravino la moral de la época y esbozó una figura femenina que, lejos de avergonzarse de su cuerpo y de su sexualidad, la utilizaba para medrar: la novela de Cleland relata la historia de la inocente Fanny, una chica de pueblo que al llegar a Londres se ve abocada a trabajar en un burdel. Allí se enamora de Charles, un galán muy bien dotado. Cuando este desaparece misteriosamente, Fanny asumirá su carrera de prostituta sin mostrar arrepentimiento ni pena alguna, saltando de amante en amante hasta alcanzar una envidiable y saneada posición… Y casándose con Charles cuando este reaparece.
6. Historia de O
La escritora e intelectual francesa Anne Desclos publicó su Historia de O bajo el pseudónimo de Pauline Réage en 1954. Su primera intención no fue hacer pública esta obra, pues la escribió como arma de conquista para su entonces amante, el también escritor Jean Paulhan. Esta novela corta narra la historia de una fotógrafa de moda parisina, conocida por su inicial O., que por amor a su amante René entra en una fraternidad sadomasoquista. A España llegó en 1977 (como Fanny Hill y no por casualidad) de la mano de Plaza y Janés.
7. Lisario o el placer infinito de las mujeres
La novela de la napolitana Antonella Cilento se convirtió en un fenómeno de ventas en Italia. Publicada en 2014, se trata de una versión subversiva del cuento de La Bella Durmiente con buenas dosis de erotismo, picaresca, teatro… Cilento ambienta la historia en la Nápoles del siglo XVII, donde la joven Lisario Morales finge dormirse cuando sus padres deciden casarla con un anciano. El médico catalán Vicente Iguelmano consigue curarla y en agradecimiento la recibe como esposa. Pero una vez despertado el deseo, Lisario posee una incontrolable energía liberadora que obsesionará a su inexperto marido. «El respeto y el conocimiento del placer femenino es un tema muy reciente y, extrañamente, todavía hoy constituye un tabú», llegó a afirmar la propia Cilento sobre su novela.
8. La pasión turca
El poeta, dramaturgo y escritor español Antonio Gala utilizó en esta novela la pasión como excusa para escribir una tierna, sensible y sensual reflexión sobre la química del amor, del deseo y de la entrega total entre la protagonista, Desideria Oliván, y el turco Yamam. Escrita en primera persona, como si de una larga y sincera confesión se tratara, La pasión turca es un libro de prosa cuidada, envolvente y sugerente. Una de nuestras novelas eróticas favoritas.
9. Placer licuante
En esta novela de Luis Goytisolo encontramos una trama intensa, apasionada y directa. Un triángulo amoroso formado por el arquitecto Máximo Gómez Hugarte, su amante Maica y el marido de esta, el escritor de novelas de intriga Pablo Pérez Montalbo. Atormentado por los celos al conocer su relación con Máximo, Pablo decide matarla e imagina estrategias que va escribiendo en un ordenador como parte de una novela, para hacer coincidir realidad y ficción. Goytisolo, que a ratos se muestra feroz, a ratos tierno e incluso cursi (a modo de provocación), buscaba con esta novela la agitación mental, sexual y emocional del lector.
10. Trópico de Cáncer
Una de las grandes obras maestras de la literatura del siglo XX en la que el erotismo estaba al servicio de la crítica descarnada. Henry Miller, inspirado por los diarios de su amante -la escritora francesa Anaïs Nin-, escribió en 1934 esta autoficción con fuerte carga erótica -lo explícito de algunas escenas provocó su censura en EEUU- pero donde lo importante es el retrato que hace del hombre posmoderno: una humanidad descreída, sin fe en el futuro, la ciencia ni por supuesto la religión, que encuentra en el amor y en el sexo una razón para vivir. Tuvo su secuela en Trópico de Capricornio (1939).